Resulta tentador recortar gastos en las operaciones de mantenimiento. Ahora bien. el mantenimiento es un coste indirecto que impacta directamente en la rentabilidad final. Llevar a cabo un mantenimiento insuficiente, simplemente para ahorrar costes, va en contra de la lógica ya que este hecho genera más costes de los que se ahorran.
La eficiencia energética es un buen ejemplo. Supongamos que se detecta una fuga en el circuito de aire comprimido. Y bien, ¿qué importa? Tan solo es aire, ¿verdad? Puede que solo sea aire, pero es aire comprimido y, por tanto, costoso. Con los precios actuales de la energía, una fuga de 1 mm a 6 bares de presión asciende a más de 800 euros al año. Esto solo una fuga, sin tener en consideración que un circuito típico de aire comprimido puede tener más de una fuga.
La eficiencia energética también se resiente si no se sustituyen periódicamente los filtros. Los filtros obstruidos pueden hacer que aumente la caída de presión y esto exige aumentar la presión de entrada para mantener los mismos niveles de rendimiento. En base a nuestra experiencia esto conlleva un aumento del consumo de energía de aproximadamente el 7%.
Reducción de riesgos
En pocas palabras, un mantenimiento incorrecto o deficiente o incluso la omisión total del mismo, podría causar daños en un sistema. Como consecuencia, se generan tiempos de inactividad de la máquina que repercuten directamente en la productividad y en la eficiencia general de los equipos (OEE – Overall Equipment Effectiveness), al mismo tiempo que aumentan inevitablemente los costes de mantenimiento no planificado.
Por cada segundo que una máquina está parada, los ingresos disminuyen. Los costes tangibles se traducen en pérdida de producción, pérdida de capacidad, aumento del coste directo de la mano de obra por unidad y aumento de los costes de inventario. Además, existen numerosos costes intangibles, como el estrés de hacer frente a una situación de inactividad, el impacto negativo que esto tiene en otras actividades empresariales principales y el posible daño a la reputación de la marca si los clientes tienen que esperar los productos.
Un mantenimiento inadecuado o insuficiente repercute indudablemente en los costes generales de MRO y podría incluso poner en peligro la seguridad en el entorno de trabajo. ¿Qué precio se le asigna a un percance en el lugar de trabajo?
La falta de mantenimiento puede afectar además a la calidad del producto.
Control de la información
Una de las soluciones más rentables es la monitorización. Si es capaz de monitorizar valores críticos del sistema como la presión, el caudal, la temperatura y la posición, puede planificar un programa de mantenimiento predictivo que evite las situaciones mencionadas. Hemos colaborado con muchos clientes en la aplicación de este tipo de estrategia y les ha reportado beneficios como: mayor seguridad, sostenibilidad y eficiencia energética; mejora del rendimiento, la disponibilidad y la fiabilidad de los equipos; y reducción al mínimo del tiempo y los costes de mantenimiento.
Air Management System de SMC: controla la temperatura, la presión y el caudal de tu sistema y programa los tiempos de desconexión y los periodos de espera para ahorrar energía.
Otra acertada estrategia, que complementa la anterior, consiste en seleccionar correctamente los componentes. Elegir componentes de alta durabilidad desde el inicio permite reducir considerablemente el coste total de propiedad (TCO) en gran medida porque la ampliación de la vida útil reduce o evita la necesidad de mantenimiento.
Cilindros de vida útil más larga, serie CA2-XB24 de SMC
En definitiva, no hay un proceso de producción que pueda alcanzar una productividad óptima sin aplicar un programa de mantenimiento inteligente.
Tenemos los medios para asesorarte y acompañarte en el camino correcto.